Inteligencia emocional en Navidad

En el despacho, puedo comprobar que, las vacaciones son la época del año en que más se agudizan las crisis matrimoniales. En especial en Navidad, porque el espacio es más reducido y los planes son más familiares.

La inteligencia emocional es la habilidad con que evitamos un comentario poco acertado o adoptamos la actitud apropiada en una cena de Navidad. 

La sinceridad está sobrevalorada. Y el alcohol o el cansancio son malos consejeros en muchas ocasiones.

Dice el refrán que los niños y los borrachos siempre dicen la verdad. Así que, en las reuniones navideñas, lo mejor será mantener el control, no perder de vista los objetivos, y no comportarnos como niños.

¿Qué tiene que ver la inteligencia emocional con el fútbol?: muchísimo.

Hace unos años criticaron a Cristiano Ronaldo por decir que era rico y famoso.

Ayer Casillas escribió un tweet hablando de sus buenos resultados. 

La sinceridad tiene un valor en si. Pero hay verdades que es mejor no publicar, por una cuestión de inteligencia emocional. Con las cosas que se dicen en público, hay que tener mucho cuidado; más, en Navidad. Y mucho más si son verdad. La discrección, casi siempre cosecha mejores frutos: en la familia, y en el trabajo.