domingo, 24 de febrero de 2013

El ladrón de palabras y los ladrones de éxitos

Anoche llegaba tarde a casa y tenía que escuchar el partido por la radio, entre el ruído del motor, la calefacción y mi hermana hablando por teléfono con un primo sevillano que se interesaba por el estado de mi madre después de la operación. ¿Sábado de hospital y mi equipo perdiendo contra el último de la liga?, era demasiado.

Fin de la primera parte. Cena de ensalada (la más rica que he probado en mucho tiempo: con cebolla frita, pechuga de pollo y salsa de queso President con leche ideal...) y nervios por empezar tan mal una semana en la que "nos jugábamos" acabar el año en blanco o poder ganar Copa y/o Champions.
Sin saber muy bien cómo, Depor 1-2 Real Madrid fin del partido y Di María que no podrá jugar el Madrid - Barsa de liga por doble amarilla. Pero "habíamos" remontado un partido fuera del Bernabéu y esa era una forma más esperanzadora de enfrentar los retos deportivos de esta semana.

Al terminar el partido vimos la película "El ladrón de palabras", -"The words" en versión original-.
Una película y tres historias sobrepuestas. Tres dimensiones (que diría Sheldon Cooper en The Big Bang Theory).
Un escritor lee el primer capítulo de su libro en el que un joven escritor sin éxito encuentra el manuscrito de una obra sublime.
Al final de la película el anciano, autor del manuscrito autobiográfico, dice al joven escritor:
"si me robas mis palabras te quedas con el dolor".
O lo que es lo mismo "si eres madridista en la victoria diciendo -hemos ganado-, cuando fueron los jugadores y no tú, quienes alcanzaron el triunfo, te quedas con el dolor".
Cuántos españoles se hicieron deportivistas cuando el Depor era un equipo revelación y cuántos madridistas nos sentíamos ayer frustrados cuando el nuestro equipo podía perder contra un Deportivo a punto de descender a segunda división. Si nos adjudicamos las victorias de aquellos 11 jovencitos golpeando la pelota mientras tomamos ricas ensaladas en el calor de nuestra casa...: ¿no deberíamos asumir también el dolor de las derrotas o de partidos difíciles como el de ayer?. "Si me robas las palabras, te quedas con el dolor".
Pero en ocasiones nos sucede como al anciano de la película "mi tragedia fue amar más las palabras, que a la mujer que las había inspirado". Porque ¿a quién no le gustan tanto los títulos, el dinero, o el éxito,.... lo suficiente como para verse tentado de cambiar todo por ellos, aun sabiendo que es un error?.

Amor, equivocación, mentira, bondad, palabras...todo en una película ágil, bien escrita, con música conmovedora y sugerente final. Enhorabuena.

Mi felicitación de hoy es para quienes han conseguido animar a la lectura desde el cine; y para mi madre, que se recupera en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid.

Mi agradecimiento es para Alejandro Arellano un profesor que tuve hace años y que ahora está en Roma ascendido a juez de la Rota Romana. Para quien no se sitúe en el ámbito judicial, Alejandro Arellano ocupa el cargo más importante al que puede aspirar un juez de su ámbito judicial. A él llegan causas del mundo entero en última instancia. Pues bien, hace años dejó sus datos en la pizarra de la universidad, por si algún día necesitábamos su ayuda o su consejo. Esta semana, le dejé un mensaje, y recibí una llamada de Roma de un hombre ocupado y de prestigio dispuesto a ayudarme. No hay que decir que hay quienes son grandes, no porque ocupen puestos de relevancia sino, porque ocupándolos no olvidan los nobles principios que inspiraron sus esfuerzos para llegar allí. Y en el caso de Alejandro eran "ayudar y servir a los demás". Gracias.

Me da igual lo que diga la crítica; a mí me ha encantado.
Os dejo un link a una crítica de la película y otro al trailer en español.
http://lasaladecine.blogspot.com.es/2012/11/el-ladron-de-palabras-una-apreciable.html
http://youtu.be/Aoxf_g-SEyY

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