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“¿Qué es eso?”, le pregunté.
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Cargando el coche dijo: “Cuando era pequeña le pregunté a papá por qué había
cementerios y enterrábamos a los muertos.... Papá me respondió que yo era muy
niña pero que cuando fuera mayor me daría cuenta de que aquellas tumbas contenían
los huesos de alguien que había amado intensamente. Sus huesos eran polvo, más
polvo enamorado. Y entonces me recitó el poema de Quevedo”:
Este poema
se entiende mejor si se conoce la historia de la mitología griega:
En la obra llamada
Eneida, su autor cuenta que tras la muerte, el alma tiene que atravesar la siniestra laguna Estigia,
conducida a bordo de la barca de Caronte. La ley impone que al atravesar esa laguna, el alma tiene que dejar todos sus recuerdos en la ribera de la que se
parte, de modo que cuando se llega al
destino final, ningún recuerdo le quede a esa alma.
Sin embargo Quevedo habla de que su amor es tan intenso que está dispuesto a desafiar a la ley. No está dispuesto, no puede olvidar lo que tanto amó.
Sin embargo Quevedo habla de que su amor es tan intenso que está dispuesto a desafiar a la ley. No está dispuesto, no puede olvidar lo que tanto amó.
¿Qué tiene
que ver Quevedo o la Laguna de Estigia con el fútbol?: muchísimo.
Ayer el
Real Madrid jugaba en el campo del Rayo Vallecano que va último en la liga. El
Real Madrid ganaba 0 – 3 y uno de los jugadores del Rayo Vallecano rompía a
llorar en un partido de liga en el que ningún equipo se jugaba nada
significativo.
¿Por qué lloraba aquel jugador?.
Porque somos polvo pero polvo enamorado. Sentimos pasión y las cosas nos
afectan, nos conmueven, nos esculpen con dolor. El amor que sentimos nos llena de contenido, nos dignifica, nos distingue de los animales, nos hace huir de la muerte y, sobre todo, nos hace no poder olvidar la Vida.
El Rayo podía
elegir y eligió el cielo. Peleó y marcó dos goles al Madrid en 2 minutos. Tocó
el cielo con las manos aunque perdió el partido quizá por falta de tiempo.
Hay un
cuadro en el Museo del Prado que representa esta escena de la que os hablo.
En él, el alma de la barca elige su destino mirando hacia el
Infierno e ignorando al ángel del Paraíso que le hace señas. ¿Por qué?: porque
el sendero que lleva al cielo es más dificultoso. Por ese motivo, enhorabuena al Rayo, por su
elección, por su esfuerzo y por su llanto. No eligió olvidar ni eligió el infierno por ser camino fácil.
LA FELICITACIÓN de hoy
es para Sandra Rodríguez, que cumple 40 años surfeando en Candas.
EL AGRADECIMIENTO es
para “todo el polvo enamorado” que nos hizo la vida más feliz: amigos, familia,
...que recordamos cada año y muchos días: GRACIAS.
EL VIAJE
recomendado es visitar el Museo del Prado para ver este cuadro: El paso de la laguna
Estigia o Caronte cruzando la laguna Estigia - quizá la obra más famosa del pintor flamenco Joachim Patinar -.
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