Esta semana Carmen Lopez Vilas me ha enviado un anuncio precioso basado en una historia real.
La Navidad de 1914, recién empezada la I Guerra Mundial, los soldados de las trincheras, hiceron una tregua espontánea no autorizada de unos días.
Esos días de Navidad no quisieron pelear. Intercambiaron comida, fotos e incluso jugaron un partido de fútbol. 100 años después recordamos ese momento: el deporte nos une. Y el deporte no tiene nada que ver con la guerra, sino con la paz.
Después del 2-0 de ayer del Atlético de Madrid al Real Madrid, es bueno recordarlo. El jueves próximo se jugará la vuelta, y un equipo quedará eliminado de la Copa del Rey. Eso es un deporte: ganar o perder mientras crecemos como hombres. La guerra es lo contrario: ganar o perder mientras empequeñecemos.
Gracias Carmen. Os animos a todos a enviarme vuestros descubrimientos.
Os dejo también el link al relato de cómo se hizo:
http://youtu.be/2s1YvnfcFVs
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