lunes, 15 de abril de 2013

El fútbol es para hombres

Cuando tenía 15 ó 16 años, mi familia y yo (abuela incluída) pasamos un par de veranos en una casa rural de los Alpes Austríacos (Kitzbühel).
No había televisión, así que pasábamos los días subiendo al monte y las noches leyendo en voz alta. Uno de esos veranos, las chicas, en la habitación, leímos “Amaya o los vascos en el siglo VIII”.

Para los adultos sería un libro polémico y político, pero a los 16 años, para 4 hermanas adolescentes, era un libro de amor y de aventuras.

Resumiendo, vascos y godos luchaban en Vasconia a principios del siglo VIII por la hegemonía de aquellas tierras. Los vascos empezaban a tomar conciencia de la necesidad de unirse en torno a un rey, ya que las viejas estructuras tribales, empezaban a vislumbrarse ineficaces para expulsar al invasor. El patriarca de los vascos, Aitor, había profetizado, que el primer rey de los suyos sería aquel que se casara con la heredera de su propia estirpe, heredando de este modo un fabuloso tesoro oculto en alguna sima.

El libro lo tenía todo: amor, tesoros, intrigas, y... eternas guerras que, mis hermanas y yo, nos saltábamos, para centrarnos en lo “verdaderamente importante”.

Paradójicamente, la heredera de Aitor, sería la hija de un capitán godo, que combatía contra los vascos. Este capitán godo, se había casado secretamente con la primogénita del linaje de Aitor y, también en secreto, habían tenido a su única hija: Amaya.

Tres hombres aspiraban al trono y al tesoro de Vasconia.
Sólo una mujer (la verdadera heredera de Aitor) era el camino para conseguir ambos.

De eso iba libro; y de eso fueron las noches de aquel verano. De averiguar, más allá de polémicas políticas, el futuro de Amaya, en medio de las luchas de los pueblos, vasco y visigodo.

¿Qué tiene que ver esto con el fútbol?: muchísimo.

Este fin de semana jugaban el último partido en el estadio de San Mamés, el Real Madrid y el Athletic de Bilbao. El mítico estadio, que pronto será derruído, se llama así por el vecino asilo de San Mamés, al que pertenecían los terrenos sobre los que posteriormente se levantó el estadio. San Mamés, fue un mártir que fue arrojado a los leones, de ahí que a los jugadores del Athletic se les conozca con el sobrenombre de los leones.

Pues bien, el Real Madrid había ganado 0-3, a los leones, y Aitor Karanka, actual segundo entrenador del Real Madrid, hablaba en rueda de prensa tras el partido.
Un vasco, ex jugador del equipo vasco, representaba en rueda de prensa al equipo de la capital de España.

Gracias a Dios, en España vivimos tiempos de PAZ.
Gracias a Dios, un equipo vasco puede enfrentarse a un equipo madrileño, o sevillano, o valencianista, sin que se derrame sangre. España no está en guerra, y el fútbol es sólo fútbol. Un deporte. Un juego. Hasta un espectáculo.

Así que, viendo a Aitor Karanka, como segundo entrenador del Real Madrid, después del partido, me acordé de este libro de mi adolescencia, y celebré dos cosas:
1ª Que mi equipo ganó (aunque la liga parece perdida) y
2ª Que se trató, sólo, de un partido de fútbol y no de una guerra. Por ese motivo, Aitor quitó "hierro" a los choques del partido: porque él, mejor que nadie, sabe, que en España, es mejor no echar leña a los fuegos antiguos. "El FÚTBOL es para hombres". Conste que no me gustan las faltas; pero, reconozco que era el mejor día para hablar sólo de FÚTBOL.

LA FELICITACIÓN, de esta semana, es para mi amiga Marta Rodríguez, por la mousse de chocolate que nos preparó el domingo, para comer en el jardín de mi casa. No puedo dejar la receta porque es secreta :(

EL AGRADECIMIENTO de esta semana es para Mari Carmen y Mariano. Dos atléticos, que nos ayudaron el sábado a hacer el huerto de casa. Fue un trabajo de muchas horas pero os dejo ver el resultado. Nota: yo no me puedo mover de las agujetas.

El viaje recomendado es: Bilbao. Y aprovecho a dejaros un chiste:
Entra un cliente a una barbería.
- Buenos dias. Quería que me haga un afeitado.
Se sienta en la silla y el barbero va a poner espuma en la barba cuando el cliente le dice: "¿pero qué hace hombre de Dios? Los de Bilbao nos afeitamos a pelo"
El barbero todo asustado se pone manos a la obra, coge la navaja y... ¡zas! primer corte en la cara del bilbaino. Vuelve a afeitar y otro corte (se empieza a poner roja de sangre la cara del bilbaino). Al barbero le tiembla todo, pero el bilbaino le tranquiliza:"Siga, siga, que soy de Bilbao no pasa nada".
Al cabo de un rato la cara del bilbaino es un poema,empieza a asustarse y le dice al barbero:
- Oye, sabes, pon un poco de espuma que es que no soy del centro-centro de Bilbao.

Y, por último, os dejo un link al libro:


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